Los retablos en la Nueva España tuvieron diferentes funciones, por
ejemplo, los primeros evangelizadores utilizaron estas piezas de arte como
apoyo didáctico para hacer que los naturales comenzaran a adoptar el
catolicismo, esto durante los siglos XVI y XVII, por otra parte durante el
siglo XVIII los retablos tuvieron otro sentido, ya que la religión católica se
había afianzado comenzaron a representar vida de santos (sanadores, educadores
y mártires).
En palabras de Diego Angulo Iñiguez ubicadas en su libro Historia del arte hispanoamericano encontramos lo siguiente:
"El infinito número de retablos conservados y la existencia de una serie bastante crecida de escuelas de ensambladores y entalladores no permiten, sin un estudio previo de selección y clasificación, que está por hacer, refe·, rÍrse a los otros muchos focos artísticos de las restantes grandes ciudades mejicanas y aun de las mismas ya aludidas."
En palabras de Diego Angulo Iñiguez ubicadas en su libro Historia del arte hispanoamericano encontramos lo siguiente:
"El infinito número de retablos conservados y la existencia de una serie bastante crecida de escuelas de ensambladores y entalladores no permiten, sin un estudio previo de selección y clasificación, que está por hacer, refe·, rÍrse a los otros muchos focos artísticos de las restantes grandes ciudades mejicanas y aun de las mismas ya aludidas."
Elisa
Vargaslugo refiere en el articulo llamado LOS RETABLOS NOVOHISPANOS EN
OPINION DE DON DIEGO ANGULO ÍÑIGUEZ que centra su atención al artista
Jerónimo de Balbás, este artist6a español fue el introductor de la pilastra
estípite tanto en Sevilla como en la Nueva España y considera que el retablo de
los reyes que esta en la catedral metropolitana de la Ciudad de México sirvió
de influencia para la producción retablistica del siglo XVIII, como ejemplo de
esta hipótesis da el conjunto de retablos de Tepotzotlán.
![]() |
Jerónimo de Balbás. Retablo de los Reyes. Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. 1718-1725 |
![]() |
Miguel Cabrera e Higinio de Chavez. Retablo de San Francisco. Templo de Tepotzotlán. Mediados del siglo XVIII |
Para mejor
entendimiento del tema definiremos lo que es un retablo, es una obra
arquitectónica de madera, mármol o yeso que sirvió y sirve de soporte a las
artes figurativas (pintura y escultura) y suntuarias para trasmitir el mensaje
doctrinal de la Iglesia católica. La complejidad de los retablos mayores
obligaba al patrono o cliente a contratar su construcción en varias fases: la
primera, la arquitectura; la segunda, las representaciones figurativas
(escultura o pintura); y, la tercera, el dorado y la policromía. El elevado
coste de los retablos mayores influyó en los plazos de ejecución. Las
dificultades económicas que produjeron las sequías y la carestía en momentos
concretos durante los dos siglos del Barroco repercutieron en el ritmo de
construcción de los retablos. Algunas de esta obras, a pesar de que nos parecen
de gran homogeneidad, responden a conceptos estéticos distintos en la evolución
del arte barroco, la estructura
de los retablos barrocos en el Barroco se mantuvo el uso del retablo de madera
dorada y policromada y se incorporaron otros construidos en mármoles de
diferentes colores, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XVII.
En el aspecto
del estípite (una modalidad del barroco) Manuel Gonzáles Galván refiere lo
siguiente:
Cima de los hallazgos barrocos referidos al fuste arquitectónico. Permanece sujeto a cánones constructivos, pero permite los mayores alardes y posibilidades plásticas, puesto que en sus pilastras los elementos son todos diferentes en diseño geométrico, lo que hace versátil· el fuste. Su composición se relaciona con abstracciones del cuerpo humano. Sus mejores obras datan de mediados de la segunda mitad del siglo XVIII, se extiende por todas las regiones del país creando escuelas locales
El estípite es una
pirámide de vértice muy alto, truncada e invertida. Ya los griegos lo usaron con abundancia y
gustaban ponerlo como pedestal para bustos de dioses y héroes. con lo que estos
bustos sugerían así representar la figura humana completa al estar sobre este
cuerpo geométrico. Los romanos, y posteriormente los renacentistas, continuaron
realizándolo en la misma forma y estos últimos lo incorporaron a las
estructuras arquitectónicas, otorgándole categoría de pilastra, por lo que
aparece sobre él un capitel, o bien, el busto emerge con todo el torso y
levanta las manos sirviendo como atlante o cariátide. Mas, en estos casos,
permanece un cierto contraste, no siempre agradable, una falta de integración
total entre las formas naturales de torsos, rostros y brazos, con el resto
geométrico y estático del estípite. Es hasta el barroco cuando el estípite
alcanza una perfecta incorporación como integrante básico en la organización
estructural de una pilastra. En España. a José Benito Churriguera corresponde
el mérito de mostrar por primera vez, ya organizada, la pilastra estípite como
habrá de ser difundida por el barroco, constando básicamente de cuatro elementos;
basa, estípite. cubo y capitel; esto acontece en la, por ello célebre, pira
funeraria de María Luisa de Orleans, erigida por Churriguera en 1689. En
adelante, el barroco hará de ella en la misma España y sobre todo en México, su
apoyo más representativo, popularizando el nombre de su autor.
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